La Caída
by Littleberry Darby '11
La Caída
Cuando llegamos a la caída, remamos la piragua al banco y nos sentamos, aguados y pálidos, a ver las espumas cayendo caprichosas sobre la catarata y a oír el rororororo omnipresente, como si estuviéremos en las entrañas de alguna máquina diabólica; las piedras los dientes de esa rueda que ahoga.
Basura se mecía en los remolinos; bolsas descoloridas, espuma sucia, corazones de manzana; un zapato tan quebrado que me parecía su dueño debería estar ahorita durmiendo en la panza de algún caimán anómalo.
Regresamos jalando la piragua contracorriente riendo y maldiciendo las moscas negras y mientras tu acababas explicándome que el amor no era nada más que dos personas perdidas compartiendo sus debilidades, las cigarras se callaron y allá en un hilo de agua había un cangrejo de río muerto y ondulando.
Supongo que cada génesis tiene su lección. |
The Fall
When we hit the fall we paddled the boat to the bank and sat, muddy and pallid, to watch the spume milling about the cataract and hear the omnipresent chuhchuhchuh, as if we were trapped in the bowels of some diabolical engine, the rocks the cogs of that drowning wheel.
Trash muttered in the eddies; faded bags, dirty foam, apple cores; a single shoe so broken I thought its owner must be sleeping this second in the belly of some anomalous alligator.
We hauled the canoe countercurrent laughing and cursing the horseflies and while you finished explaining that love was no more than two lost people pooling their weaknesses the cicadas ceased and there spilling out of a little tributary undulated the graying carcass of a crayfish.
I guess every genesis has its lesson. |